La pandemia del COVID-19 en Ecuador trajo consigo el aislamiento obligatorio de la población como mecanismo para mitigar el avance del contagio, que pudo sortearse con educación virtual en la gran mayoría de los colegios y universidades urbanos. Pero las condiciones fueron radicalmente diferentes en el contexto rural del país debido a la crisis económica en los hogares campesinos y las nuevas urgencias en la salud de las familias; sumado a la deficiente infraestructura de telecomunicaciones, al bajo acceso a equipos tecnológicos, además de la inexperiencia de profesores, estudiantes y de sus familias en el aprendizaje virtual y a distancia.
Frente a los múltiples desafíos en los sistemas escolares rurales es fundamental el desarrollo de propuestas viables de corto plazo de atención, nivelación, apoyo educativo y educación acelerada. Esto con el propósito de sostener la permanencia escolar e inclusión de aquellos que han dejado de estudiar a causa de la problemática de la pandemia.
Así mismo, es necesario fortalecer las vocaciones profesionales de los jóvenes rurales, orientadas a la capacidad productiva presente y futura de los territorios. Para ello se requiere generar oportunidades de capacitación técnica dual como: los bachilleratos técnicos, post-bachilleratos, y estudios técnicos y tecnológicos de educación superior. Mecanismos que permitirán su rápida y oportuna inserción en el mercado laboral, generando un impulso a la reactivación económica y productiva del país.
Durante la pandemia, Fundación Wong ha implementado un sistema de visitas domiciliares para dar soporte a nuestros 530 estudiantes logrando limitar la deserción a un 3% en el 2021. Tenemos activo un programa de resiliencia educativa en las 15 comunidades con mayor limitación de acceso que beneficia a 102 estudiantes. Y emprendimos en el 2021 un Bachillerato Técnico Productivo con especialidad en producción de banano en conjunto con Reybanpac, en el cual participan 40 jóvenes. Así también, graduamos 25 jóvenes del programa de Técnicos en Económicas Locales.
Para Fundación Wong, el propósito de la educación rural es apoyar a los estudiantes a entender mejor la realidad del mundo que los rodea. Capacitarlos para transformarlo de formas positivas que generen bienestar individual y colectivo en la sociedad en la que se encuentran inmersos, y vincular el desarrollo comunitario con el proceso educativo. Para nosotros es muy importante que haya transversalidad entre el conocimiento ancestral que poseen las comunidades y el nuevo conocimiento para alcanzar un desarrollo orgánico comunitario.
Reconocer las dimensiones espiritual y material de la persona que se encuentran en el proceso educativo permite aportar a la calidad de pensamiento y acción de cada individuo. Si combinamos estas dimensiones con la investigación y búsqueda del conocimiento para el logro del bienestar individual y colectivo, el liderazgo comunitario, la participación activa de la mujer en la toma de decisiones y la vocación emprendedora; entonces tendremos el potencial de generar un desarrollo endógeno autosostenible que fortalezca las capacidades de una región o comunidad para el desarrollo social, económico y ambiental.
La educación es crucial para el desarrollo de la humanidad, y más aún en zonas rurales. Por ello, invitamos a todas las empresas, instituciones y sociedad en general a unirse en la promoción de una educación integral de calidad, y así garantizar este derecho para todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.