Volver la mirada hacia la naturaleza

2021-08-04

La naturaleza es generosa. Ella nos lo da todo: nuestro alimento, el agua que nos sacia, plantas medicinales, y de ella tomamos los materiales que nos dan cobijo. La madre Tierra satisface todas nuestras necesidades, y como si no fuese suficiente, además nos regala belleza. ¡Cuántas flores de colores vibrantes nos alegran el alma! Montañas majestuosas, cálidas playas, frondosos árboles, y de fondo, la sinfonía del canto de las aves. Todo un planeta que llamamos hogar y que compartimos con criaturas sorprendentes.

Nuestra vida se desarrolla aquí. En La Tierra vivimos, formamos familias y sociedades, y nos realizamos como seres humanos. Sin embargo, en lo acelerado de nuestras vidas, olvidamos detenernos para contemplar y agradecer a la que nos lo da todo. Peor aún, como humanidad la hemos descuidado y le exigimos más de la cuenta, amenazando el equilibrio de su complejo ecosistema.

Los noticieros dan muestra de ello. Recientemente hemos sido testigos de fuertes olas calor en Norte América. La falta de lluvias en Argentina y Paraguay provocaron que el segundo río más largo de Sudamérica se seque en niveles no vistos desde 1944. Inundaciones en Alemania, Bélgica, Suiza y Países Bajos arruinaron cosechas. Y las lluvias torrenciales en la ciudad de Zhengzhou en China tuvo efectos devastadores.

Somos los gestores del cambio climático. Pero también podemos ser los protagonistas de la solución. Los seres humanos necesitamos volver la mirada hacia a la naturaleza, revalorizarla. Tomar conciencia de aquello en nuestras sociedades y sistemas que requieren de un cambio para encontrar mejores formas de hacer las cosas. Elegir la senda del desarrollo sostenible para convivir en armonía con la naturaleza. Pues todo está conectado y nuestra calidad de vida también depende de ello.

Reconocer la necesidad de evolucionar y transformarnos es el punto de partida. Planteémonos la pregunta: ¿qué compromisos debo asumir por el cuidado ambiental?

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