La ruta de la competitividad

2022-05-31

El Ecuador durante décadas ha sido una economía dependiente de la exportación de petróleo. Sin embargo, el crecimiento de las exportaciones privadas no petroleras ha sido impulsado por productos agrícolas, acuícolas y florícolas que, de mejorar su competitividad, tienen la capacidad de seguir creciendo, generando trabajo y riqueza para el país.

En el contexto de la problemática actual del país (efectos de la pandemia e inflación mundial, crisis naviera), trabajar por mejorar la competitividad del sector agroindustrial ecuatoriano, y del sector bananero en particular, es una tarea aún pendiente y necesaria. Desde luego, tanto el sector público como el privado tienen un rol que cumplir para lograr esta meta.

Para que los negocios crezcan se necesita que el país cuente con un ambiente propicio, estable y seguro en políticas arancelarias, fiscales y un marco legal fiable en el largo plazo. A la par, el desarrollo de las empresas se debe complementar con un compromiso del sector privado en invertir en sus cadenas de valor para buscar productividad y eficiencias que les permita crecer y desarrollarse en los sectores en los que se desenvuelven.

Actualmente, el Ecuador es potencia en el mercado bananero mundial. Pero el dinamismo de muchos mercados, así como de nuestros competidores, nos reta a trabajar en competitividad de manera urgente para no perder el posicionamiento que hemos ganado por muchos años. Si hacemos una comparación con otros países productores de banano en América, es fácil identificar que el costo de producción de la caja de banano en el Ecuador es superior en prácticamente todos sus rubros: mano de obra, fertilización, fumigación, insumos, empaque, transporte, etc. Por otro lado, la falta de productividad en comparación con nuestra competencia no ha sido un factor de ayuda para compensar la subida sostenida de los costos.

Vale mencionar que el Ecuador ha hecho un gran esfuerzo para tener estándares legales laborales y ambientales más exigentes que nuestros competidores de la región. En ese aspecto estamos pasos más adelante en responsabilidad social y ambiental que nuestros competidores, pero lógicamente esto implica costos más altos que no siempre son reconocidos por los mercados internacionales.

¿Cuál es la ruta a seguir?
- Desmontar leyes inconstitucionales en el ámbito tributario.
- Revisión del sistema de fijación de precios oficiales acorde a la realidad del mercado.
- Reglamentar la ley existente para no exportar impuestos.
- Simplificar los procedimientos para la exportación.
- Mantener una política de apertura comercial internacional y concretar acuerdos de Libre comercio con los principales mercados.
- Ejecutar una política arancelaria competitiva con nuestros competidores para materias básicas importadas de la industria.
- Abrir inteligentemente los mercados financieros y el mercado de valores.
- Abrir un capítulo especial en la ley laboral para los sectores agrícolas que permitan la sostenibilidad, empleabilidad, formalidad e inclusión laboral en el área rural.
- Combatir la informalidad en la industria.
- Fortalecer la educación, incluida la educación técnica agrícola.
- Fortalecer la investigación y desarrollo en los ámbitos de tecnología e innovación aplicada a la agricultura.
- Crear incentivos de empleo, inversión, divisas a resultados.

En lo que respecta a la gestión de la empresa privada se debe trabajar en:
- Mantener una estrategia de apertura, diversificación de proveedores y mercados.
- Invertir en adaptación de tecnologías e innovación para la eficiencia de procesos y recursos.
- Invertir en investigación y desarrollo de nuevos productos.
- Invertir en el desarrollo del talento humano.
- Implementar un plan de productividad.
- Desarrollar estrategias colaborativas con otras empresas del sector y la cadena de valor.

La asociatividad del sector como una red articulada y eficiente también es relevante para el fortalecimiento de las exportaciones de banano. El trabajo coordinado facilita poner en común tanto las necesidades de la industria como sus soluciones. Pues al existir unidad y voluntad de las partes involucradas, es posible plantear y desarrollar estrategias integrales con articulación público-privada.

Enrumbarnos hacia una mayor competitividad es una tarea impostergable que requiere del compromiso y determinación del sector público y privado. Emprendamos juntos este camino que servirá para fortalecer la ruta de crecimiento sostenible de nuestras exportaciones para la generación de empleo, divisas y riqueza para nuestro país.

Vicente Wong Naranjo
CEO

COMPARTE ESTA NOTICIA